La tiranía del cuerpo ideal / De forma et vita. La arquitectura en la relación de lo vivo con lo no vivo
Cualquier modesta
alegría en estos días inciertos –y duros laboralmente– se tiene el deber de disfrutarla
mucho, y compartirla también. Acaba de publicarse en España un libro titulado De forma et vita. La arquitectura en la relación
de lo vivo con lo no vivo (Sevilla, Ediciones Athenaica, 2020). Un volumen
colectivo bajo la coordinación del arquitecto Carlos Tapia Martín, que incluye
un capítulo mío titulado “La desmaterialización de una hipotética
post-humanidad. Un examen del transhumanismo”. Comparto con los lectores del
blog un fragmento de este capítulo y el enlace para quienes estuvieran
interesados en adquirir el libro.
Dice
Carlos Tapia en el prólogo: “las repercusiones de la artificialidad de la vida,
en un proceso que se autonombra como Transhumanista,
son estudiadas por el filósofo peruano Víctor Hugo Palacios. Para él, lo
importante no es reflexionar sobre las posibilidades técnicas del transhumanismo, sino más bien sus
implicaciones antropológicas desde una mirada filosófica, con perspectiva
histórica, y a partir de una defensa de la complejidad y el misterio de lo
humano”.
Aquí
el fragmento:
“Aparte
del atávico miedo a la muerte, la huida hacia la inmaterialidad virtual deriva
también de las angustias que nos inflige nuestra sociedad consumista y
exitista. Si en otro tiempo, el de Platón o el de Descartes, la independencia
del cuerpo era un deseo provocado por el espectáculo de su caducidad o sus pulsiones pecaminosas, ahora, a la inversa, ese mismo anhelo es una evasión de la
despiadada presión que ejerce sobre personas cada más frágiles en su
aislamiento tecnológico la tiranía de la imagen y las apariencias.
La tiranía de la imagen ejerce una despiadada presión sobre seres cada más frágiles en su aislamiento tecnológico
Así
como los estragos del curso descontrolado de la industria indujeron una
nostalgia del campo y una reivindicación de la naturaleza; y las tragedias
bélicas y los genocidios del siglo XX infundieron un amargo repudio del
humanismo ilustrado e impusieron la imagen de nuestro ser como un peligroso
depredador y un «animal iluso» (Gray, 2008: 124); la consagración de la figura
espigada o atlética, obtenida por medio de un esclavizante régimen de
ejercicios, dietas, cirugías y químicos en busca del máximo rendimiento en el
deporte, el sexo y la salud —lo que nos convierte en nuestros propios tiranos
(Han, 2012: 30-32)—, incuban silenciosamente el deseo de ahorrarnos tan
onerosos imperativos cobrando una vida apacible en un fluido universo de datos.
La
multitud no física pero latente —por tanto, más subjetiva y acuciantemente
presente— de las redes sociales lleva a competir con desesperación por la
notoriedad, el reconocimiento y la influencia por medio de un look real o digital sometido a unos
estándares propalados a conveniencia, según Zygmunt Bauman (2001: 138-139).
La anorexia es el deseo de escapar del propio cuerpo haciéndolo diáfano y del vínculo social haciéndole invisible
En
su libro Desaparecer de sí. Una tentación
contemporánea, David Le Breton observa que el deber no escrito de atenerse
a un parámetro acrecienta el ansia de librarse de la enloquecedora tarea de
sostener una representación, como ocurre en los intentos de jóvenes y
adolescentes de beber o drogarse hasta la inconciencia, no con la ilusión de
experimentar sensaciones intensas sino, por el contrario, con el ansia de dejar
de experimentarse a sí mismos (Le Breton, 2017: 110-114).
Yendo
aún más lejos, Le Breton describe la anorexia como «una voluntad de escapar
del propio cuerpo haciéndolo diáfano y del vínculo social haciéndole invisible»,
en personas que «ven su cuerpo como algo distinto de ellos, como una cárcel de
la que intentan huir» (Le Breton, 2017: 102).”
El
enlace para adquirir el libro:
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