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Mostrando las entradas de junio, 2023

Lecciones de un quequito de plátano / Víctor H. Palacios Cruz

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  Contestó mi estudiante: “mi abuelita murió un 14 de febrero, poco antes de la pandemia. Justo un día de los enamorados. Cuando yo era niña, mi mamá salía a trabajar y me dejaba con ella, y mi abuelita me llevaba a la cocina y hacía postres conmigo. Por un tiempo no quise volver a hacer postres, pero unos meses después descubrí que hacerlos era, para mí, como estar con ella nuevamente”.   Acabada una clase, ocupada por un intenso debate en torno al Discurso del método de Descartes, una estudiante se acercó a mi mesa y me entregó un pirotín relleno de una masita de apariencia rugosa, consistente, blanda y suave: “esta mañana, antes de venir a la universidad, me puse a hacer quequitos, profesor. Le invito uno”. Salíamos ya del aula y solo pude decir “no tenías por qué obsequiármelo, de todos modos muchísimas gracias. Será mi postre luego del almuerzo”. Lo fue finalmente, a la vuelta de la comida en la soledad de mi despacho, donde suelo trabajar en mis asuntos sustraído al correc

Ser papá y ser escritor (la inmortalidad y el instante). Episodio familiar / Víctor H. Palacios Cruz

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  Roberto Bolaño y uno de sus hijos. Anoche me sentí miserable. Mi yo-escritor y mi yo-papá colisionaron con estrépito. La idea vanidosa de no dejar esta vida sin juntar puñados de palabras dignos de una duración siquiera breve en algún rincón el mundo, me apartó de un presente vívido en el que tenía, además, una obligación ineludible: la conducta de mi hijo de cuatro años de edad, que insistía en hacer algo que yo juzgaba fuera de lugar y que demandaba, entonces, la dedicación de todos mis sentidos y no precisamente mi frustración de ver reducidos los minutos y las fuerzas que con tanta esperanza había reservado para el trabajo en mi escritorio.   * Todas las imágenes restantes pertenecen a la publicación: http://www.eraseunavezqueseera.com/2015/03/18/escritores-y-tambien-padres/   El presente y la perduración No tengo duda de que el ansia de perennidad, es decir la ilusión de que nuestras creaciones dejen una huella que los años no desvanezcan, puede distraernos incluso a