Sobre la memoria y el olvido. Una próxima conferencia / Víctor H. Palacios Cruz

Detalle de "La persistencia de la memoria" de Salvador Dalí (1931)

Son todos bienvenidos este jueves 25 de abril a 3:30pm, en el auditorio 802 de la USAT. Un espacio acogedor para una propuesta de ideas e imágenes que buscan afrontar estas preguntas: ¿cuánto es conveniente recordar?, ¿cuánto es necesario olvidar?, ¿qué tiene que ver mi ser con mis recuerdos?, ¿qué relación existe entre la memoria y la justicia?, ¿cómo compromete el abuso de los medios electrónicos nuestra capacidad de recuerdo y nuestra capacidad para vivir en presente? La entrada es libre. 
Aquí un pequeño adelanto de esta velada:


"El exceso de trajín, el gusto por hacer una cosa tras otra tiene algo de inercia. Como enseña la física, mantener idéntica la velocidad a lo largo del trayecto exige minimizar la fricción, o sea, ser superficial y en lo posible separarse del suelo. Atarearse es acorazarse contra uno mismo y contra el mundo que atravesamos y que somos también.
Premonitoriamente, Nietzsche exclamó: “todos los que amáis el trabajo salvaje y lo rápido, os soportáis mal a vosotros mismos, vuestra diligencia es huida y voluntad de olvidarse a sí mismos. Si creyeseis más en la vida, os lanzaríais menos al instante. ¡Pero no tenéis en vosotros bastante contenido para la espera, y ni siquiera para la pereza!”
A propósito del impacto del universo digital en la memoria, Platón ya había declarado su temor respecto del medio que es el remoto origen de esta tecnología: la escritura. Es olvido ―dice― lo que producirá en las almas de quienes aprendan, al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos”.
¿Sabe y recuerda mi dispositivo electrónico mejor que yo? ¿Qué desiertos dejará en mí la progresiva deforestación del espíritu? Una cámara y no mis ojos registra las huellas del presente y las traslada a una red social donde se las llevará el inexorable amontonamiento hacia la papelera o, peor aún, un algoritmo en lugar del usuario tan ocupado las depurará para decirle quién es a mi ser desposeído de su propia historia."

Con detalle de la pintura "Orfeo y Eurídice" de Camille Corot (1861)


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