Reencuentros, vínculos y ausencias. Una cita con mi promoción de colegio / Víctor H. Palacios Cruz

Durante un reencuentro de promoción de colegio, 35 años después de egresados, le hablo a un compañero: “Ronny, recuerdo cuando hacíamos limpieza en un aula un sábado por la mañana y, de pronto, se desprendió un pedazo de luna que cayó sobre tu brazo y te hizo un corte terrible que me dejó impresionado…” “¡Sí! Mira…” y allí estaba visible la cicatriz muchos años después. “José Miguel, me acuerdo cuando nos mostrabas un hoyo en el costado de tu pierna izquierda por el que, sin ninguna venda ni nada, se veía la carne”. “Esa herida me la hice manejando bicicleta. Una abeja se me metía en la nariz y perdí el control de la bici, caí y el pedal se incrustó en mi pierna. Mira…”, y allí estaba visible la cicatriz muchos años después. En los dos, la piel ya no era la misma, unas células habían ido sustituyendo a otras de manera natural, pero a la vez era la misma pues conservaba el registro de la pisada a veces profunda que deja una vida que no pide permiso para pasar. Otros, por el co...