Los bellos recuerdos de mi padre como maestro rural / Víctor H. Palacios Cruz

Mi padre publica su primer libro a los 79 años de edad. El acontecimiento es tan feliz para él como significativo para mí: a él le debo mi terco amor por la enseñanza, a pesar de todas las ingratitudes, pero también el haber vuelto este oficio inseparable del gusto por contar historias y de la insistencia en escribir. Como a Ribeyro y Montaigne, a la pequeña escala de mi caso, mi rumbo literario e intelectual es también una continuidad del que mi padre no pudo tener durante la mayor parte de su vida. Este texto es, por ello, cariño y a la vez un acto de justicia. En un apunte de sus diarios, Julio Ramón Ribeyro observa que su caso como escritor no es el de Kafka o Stendhal – añadiría el de Vargas Llosa –, que tuvieron una vocación trazada en oposición a un padre autoritario, violento y opuesto a la pasión literaria de sus hijos. Como consta en uno de sus cuentos autobiográficos, “Página de un diario”, la figura paterna en Ribeyro, perdida en su adolescencia, posee por el contrar...