Mario Vargas Llosa no ha muerto en realidad (Piura en su vida y su obra) / Víctor H. Palacios Cruz

La súbita partida de un escritor que, por la enormidad de su producción, nos parecía gigante e inmortal, nos sume en una ruidosa soledad. Ocurre que, con los grandes pensadores y artistas que nos han iluminado la vida, entablamos una relación que nos autoriza a verlos como hermanos, como padres y como amigos también. Como una parte de nosotros. Por tanto, como alguien que no puede haber muerto en realidad. Pienso que tendría que morirse el último de los lectores y aun el último ejemplar de la especie humana, para que realmente hombres como el autor de La casa verde se extingan de verdad. Sin embargo, ahora lamentamos no haberle agradecido todo lo que nos ha dado mientras podía vernos y escucharnos. Pero luego del silencio triste, queda la celebración. La verdad de que existió y de que es para siempre indudable la existencia de sus libros. Nos queda el resto de la vida para agradecer su legado no con homenajes y fastos sociales, sino con el más poderoso de todos los actos cultu...